La Epístola Universal de
Santiago 5 1-6: Contra los ricos opresores. Nuevo Testamento.
Nota previa. Como el
Nuevo Testamento que manejo es menos nuevo y acumula más años de
los que yo puedo contar, no descarto que algo haya cambiado en su
redacción, porque si algo tiene la jerarquía católica es saber
adaptarse a los nuevos tiempos y al guión exigido en cada momento de
la historia.
1. Ahora, oh ricos,
llorad aullando por vuestras miserias que os vendrán.
2. Vuestras riquezas
están podridas; vuestras ropas están comidas de polilla.
3. Vuestro oro y plata
están corrompidos de orín; y su orín os será testimonio, y comerá
del todo vuestras carnes como fuego. Os habéis allegado tesoro para
postreros días.
4. He aquí, el jornal
de los obreros que han segado vuestras tierras, el cual por engaño
no les ha sido pagado de vosotros, clama; y los clamores de los que
habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los
ejércitos.
5. Habéis vivido en
deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis cebado vuestros
corazones como en el día de sacrificios.
6. Habéis condenado y
muerto al justo, y él no os resiste.
No sé si merece la pena
algún comentario este texto, salvo recordar la avaricia con la que
acumula riquezas la propia iglesia. El caso de las inmatriculaciones
que están llevando a cabo, poniendo a su nombre lo que siempre ha
sido patrimonio de los pueblos que lo sufragaron es un ejemplo de
ello. Desde luego, con este comportamiento se me hace muy difícil imaginar a ninguno de los
actuales obispos o cardenales a la diestra de Dios Padre. Claro, que
esto tampoco es un consuelo si me los tengo que encontrar en el
Infierno, ¿o tal vez el verdadero infierno sea vivir con ellos? No sé, pero tal vez sería conveniente que los defensores de estos textos los leyeran de vez en cuando y se aplicaran su doctrina.