jueves, 24 de mayo de 2012

El vino de la Espe

Me preguntas qué te prescribo, (...) El vino predispone el ánimo del placer, si no se apura con abundancia; más la embriaguez entorpece nuestros ardientes deseos. Con el viento se aviva la llama y con el viento se extingue; si es ligero, la alimenta; si huracanado, la destruye. O no te embriagues o, si lo hicieres, sea tan grande la borrachera que te libre de todos los cuidados: en tal alternativa el justo medio es siempre dañoso. (Ovidio. El remedio de amor)

Esta respuesta debió darle Ovidio a Esperanza Aguirre, que sospecho que en aquella época ya debía de estar dando por saco, cuando le consultó por algún remedio para sobrellevar la mala leche que acumulaba entonces y que le debía de provocar incluso problemas de conciencia (ya sé que es difícil de entender lo de la conciencia pero es que estamos hablando de una época en que su cerebro estaba sin desembalar).

Por los resultados parece que la opción tras el consejo fue la de darse a la bebida, aunque no funcionó porque la mala leche ha ido a más y porque sólo así se puede explicar la cantidad de gilipolleces que dice esta mujer sin que se le caigan las uñas de los pies (no voy a caer en la tentación de decir que las gilipolleces las dicen los gilipollas, no, que todos podemos tener nuestro momento). La última ha sido la de proponer cerrar el campo de fútbol para que Bilbao y Barça jueguen sin público la final de la Copa del Rey y evitar así los pitidos al cazador, al presidente del Gobierno o a la bandera, con el argumento de que ésto, los pitidos, son un insulto a los españoles y a España. Gran ejemplo de democracia, pluralismo y tolerancia, sí señora; la verdad es que no hacían falta tantas alforjas para este viaje, no sé para qué la gente se ha dejado la piel o algo más para que todos podamos hablar en libertad, pitar o corear sin violencia a quien nos dé la gana, si luego viene esta señora y pretende mandar todo a la mierda, con un estilo que podríamos situar cercano a los restos de Atapuerca, momento en que se situaría el fin de su evolución.

Sólo se me ocurren dos posibilidades para que se le haya ocurrido semejante sandez: la primera, que no cree en la democracia, algo bastante probable y sólo finge con la única intención de cargarse todo lo que no esté dentro de su esquema mental (odia a los sindicatos, odia a los funcionarios, odia a la izquierda, odia a parte de la derecha, insulta a los profesores, arremete contra la gente de Barcelona o Bilbao,... lo que confirma su perfil Neandertal cercano al de Atapueerca); o segunda, la borrachera del consejo de Ovidio fue tan grande que le provocó daños cerebrales y todavía no ha recuperado la conciencia y por eso sigue diciendo las incoherencias que escupe. La verdad es que no sabría decantarme por una u otra posibilidad porque las dos son muy fiables y posibles.

A pesar de lo anterior hay algunos bienintencionados que apuntan una tercera posibilidad en el sentido de que esto es una cortina de humo para evitar hablar del déficit de la Comunidad de 2011 que ocultó-falseo (¿los que falsean son falsos?, no lo tengo claro), o para seguir diciendo que la culpa de Bankia era de maroto el de la moto o del conserje al que se le olvidó echar la quiniela, en lugar del inefable y sempiterno Rodrigo Rato* y su troupe, puesta a dedo por él y por la condesa consorte (entre todos la mataron y ella sola se murió). No sé, tampoco descarto esta opción aunque esto supondría reconocer que hay vida inteligente dentro de la cabeza de la presidenta y esto es algo que me resisto a creer y que la ciencia nunca podrá demostrar.

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* En otro momento intentaré ver si hay alguna relación entre Javier Clemente y Rodrigo Rato, más allá de que los dos joden todo lo que tocan y encima les pagan para que dejen de joder. Algún mérito habrá que reconocerles, porque en esto de pillar cacho son unos cracks.



1 comentario:

  1. Te pasa de bueno escribiendo. :) Queremos más que nos animas el día y nos levantamos pensando ¿a quién le tocará hoy? Bueno a reventar!!!

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