Me preguntas qué te prescribo, (...) El vino
predispone el ánimo del placer, si no se apura con abundancia; más
la embriaguez entorpece nuestros ardientes deseos. Con el viento se
aviva la llama y con el viento se extingue; si es ligero, la
alimenta; si huracanado, la destruye. O no te embriagues o, si lo
hicieres, sea tan grande la borrachera que te libre de todos los
cuidados: en tal alternativa el justo medio es siempre dañoso.
(Ovidio. El remedio de amor)
Esta respuesta debió
darle Ovidio a Esperanza Aguirre, que sospecho que en aquella época
ya debía de estar dando por saco, cuando le consultó por algún
remedio para sobrellevar la mala leche que acumulaba entonces y que
le debía de provocar incluso problemas de conciencia (ya sé que es
difícil de entender lo de la conciencia pero es que estamos hablando
de una época en que su cerebro estaba sin desembalar).
Por los resultados parece
que la opción tras el consejo fue la de darse a la bebida, aunque no
funcionó porque la mala leche ha ido a más y porque sólo así se
puede explicar la cantidad de gilipolleces que dice esta mujer sin
que se le caigan las uñas de los pies (no voy a caer en la tentación
de decir que las gilipolleces las dicen los gilipollas, no, que todos
podemos tener nuestro momento). La última ha sido la de proponer
cerrar el campo de fútbol para que Bilbao y Barça jueguen sin
público la final de la Copa del Rey y evitar así los pitidos al
cazador, al presidente del Gobierno o a la bandera, con el argumento
de que ésto, los pitidos, son un insulto a los españoles y a
España. Gran ejemplo de democracia, pluralismo y tolerancia, sí
señora; la verdad es que no hacían falta tantas alforjas para este
viaje, no sé para qué la gente se ha dejado la piel o algo más
para que todos podamos hablar en libertad, pitar o corear sin
violencia a quien nos dé la gana, si luego viene esta señora y
pretende mandar todo a la mierda, con un estilo que podríamos situar
cercano a los restos de Atapuerca, momento en que se situaría el fin
de su evolución.
Sólo se me ocurren dos
posibilidades para que se le haya ocurrido semejante sandez: la
primera, que no cree en la democracia, algo bastante probable y sólo
finge con la única intención de cargarse todo lo que no esté
dentro de su esquema mental (odia a los sindicatos, odia a los
funcionarios, odia a la izquierda, odia a parte de la derecha,
insulta a los profesores, arremete contra la gente de Barcelona o
Bilbao,... lo que confirma su perfil Neandertal cercano al de
Atapueerca); o segunda, la borrachera del consejo de Ovidio fue tan
grande que le provocó daños cerebrales y todavía no ha recuperado
la conciencia y por eso sigue diciendo las incoherencias que escupe.
La verdad es que no sabría decantarme por una u otra posibilidad
porque las dos son muy fiables y posibles.
A pesar de lo anterior
hay algunos bienintencionados que apuntan una tercera posibilidad en
el sentido de que esto es una cortina de humo para evitar hablar del
déficit de la Comunidad de 2011 que ocultó-falseo (¿los que
falsean son falsos?, no lo tengo claro), o para seguir diciendo que
la culpa de Bankia era de maroto el de la moto o del conserje al que
se le olvidó echar la quiniela, en lugar del inefable y sempiterno
Rodrigo Rato* y su troupe, puesta a dedo por él y por la condesa
consorte (entre todos la mataron y ella sola se murió). No sé,
tampoco descarto esta opción aunque esto supondría reconocer que
hay vida inteligente dentro de la cabeza de la presidenta y esto es
algo que me resisto a creer y que la ciencia nunca podrá demostrar.
______
* En otro momento
intentaré ver si hay alguna relación entre Javier Clemente y
Rodrigo Rato, más allá de que los dos joden todo lo que tocan y
encima les pagan para que dejen de joder. Algún mérito habrá que
reconocerles, porque en esto de pillar cacho son unos cracks.
Te pasa de bueno escribiendo. :) Queremos más que nos animas el día y nos levantamos pensando ¿a quién le tocará hoy? Bueno a reventar!!!
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