Sí, yo estudié en la
pública, y lo mismo que ocurre con casi todos los que pasaron por
estos centros, soy uno más de los que con su mala educación
defienden esa Institución, la educación libre, laica, pública y
gratuita, que tanto y tan bueno ha hecho por las personas más
desfavorecidas. Mi caso no tiene ninguna importancia, aunque sí diré
que estudié, poco, hasta que pude, en el Instituto Público Quevedo,
del barrio de San Blas, y luego, ya mayorcito, Derecho en la UNED.
Mi hija mayor hizo lo
propio en el Instituto Público Marqués de Suanzes y luego estudió
Filosofía en la Universidad Autónoma de Madrid. Es una persona
constante, disciplinada, responsable, que nunca ha suspendido un
curso, a la que le gusta el cine y la buena música, sea del estilo
que sea aunque proviene del heavy metal. Posiblemente parte de tanta
responsabilidad se la hayan transmitido sus profesores.
La otra, la pequeña, ha
terminado este año segundo de bachillerato y dentro de unos días se
enfrenta, con una tranquilidad que me saca de quicio, a la
selectividad. Tampoco ha suspendido nunca un curso. Le gusta el
manga, no es nada disciplinada, ni metódica, ni estudia, ni es
responsable (desde la perspectiva de mi edad), pero siempre ha estudiado en centros
públicos y su nota media es de notable alto. Posiblemente parte de
su controlada irresponsabilidad sea consecuencia de su educación.
Y las dos, que en nada se
parecen porque cada una ha gestionado su propia libertad, han tenido la suerte de compartir aula con gente de aquí y
de allá, de Ecuador, de Polonia, de Rumanía o de países asiáticos
o africanos, casi al cincuenta por ciento de españoles y
extranjeros. Y las dos han entendido que era normal que un chaval
llegase a mitad de curso a clase, porque en los centros concertados
no son admitidos, o que hubiese entre los alumnos personas de
integración, porque en los concertados no dan buena imagen; y las
dos han comprobado la dedicación, la entrega, la ilusión y las
muchas horas que sus profesores han tenido que quitar a sus familias
para dedicárselas a ellos, a los estudiantes de la escuela pública,
esos funcionarios que cualquier político ignorante se permite
desprestigiar, esos funcionarios que han permitido a mi hija, a costa
incluso de su economía, porque me consta, visitar Francia,
Inglaterra, Irlanda, Estados Unidos, Canadá o Noruega, sin más
recompensa que el insulto de unos payasos que nunca sabrán lo que es
trabajar de verdad por y para los demás (un recuerdo para Manuel, funcionario, maestro jubilado e impulsor de los intercambios del Instituto Público Marqués de Suanzes con centros de otros países).
No sé cómo será la
escuela pública dentro de unos años, pero no deberíamos permitir
que fuese peor que la actual, nuestros hijos no nos lo perdonarían.
El día 22 de mayo hay convocada una huelga general y luego una
manifestación por la enseñanza y contra los recortes, recortes que
atacan al corazón mismo de la enseñanza pública mientras se
subvenciona a la privada o se inyecta dinero para tapar los agujeros
que otros inútiles van dejando. Si Rato cobra un millón de euros
por salir de Bankia o le atropella un coche, me da exactamente lo
mismo, aunque si me dan a elegir prefiero lo que nos salga más barato, pero
que no sea a costa de nuestra educación, de la educación de
nuestros hijos.
* El nombre de este post proviene del lema de una campaña en favor de la enseñanza pública http://www.yoestudieenlapublica.org/
* El nombre de este post proviene del lema de una campaña en favor de la enseñanza pública http://www.yoestudieenlapublica.org/
Genial!!!!! Es lo que sentimos y pensamos muchisimos pero no todos sabemos trasmitirlo TAN BIEN como tú. Felicidades...
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