A partir de mañana cada
partido político analizará los resultados de las elecciones en
Andalucía y Asturias. Y lo harán a su manera, algo así como lo
hace Mourinho, diciendo lo bien que lo han hecho y los buenos
resultados obtenidos, y aprovechando la situación para criticar al
contrario o al público por no haber aplaudido lo suficiente. Lo
curioso de esto es que todos, independientemente del resultado que
obtengan, siempre terminan diciendo que toman nota de lo que han dicho
las urnas, aunque a las pocas horas se olvidan de dónde han puesto
el bloc donde apuntaron las notas que tomaron.
La cuestión es que si
nada lo remedia, y espero que no, en Andalucía el señorito Arenas
se quedará, una vez más, sin ser presidente de la Junta. Aquí
tengo que confesar que antes de las elecciones me debatía entre dos
opciones que no me gustaban. Por una parte no me hacía ninguna
gracia que un partido que lleva treinta años gobernando siguiese en
el poder; creo que esto no es bueno para la salud democrática de
ningún sitio y, además, propicia que determinadas personas sin
muchos escrúpulos se arrimen a los órganos de poder con intenciones
poco honestas. En favor de las instituciones hay que decir que estas
personas, delincuentes sin más adornos, se arrimarán por igual a un
partido o a otro, sin importarles la ideología, aunque si hay
garantías de cierta estabilidad, como ocurre cuando un partido se
perpetúa en el poder, las posibilidades de que estos virus germinen
aumentan. La otra opción que no me gustaba era la de Arenas. El PP
no ha sabido renovarse en determinados lugares y sigue dando la
imagen de que es el partido de la derecha más rancia y desfasada de
cuantas pululan por Europa, y en Andalucía todavía hay mucho
ejemplos de esa derecha.
En cuanto a Asturias, la
cosa pinta un poco complicada, aunque parece que puede ser divertida.
Un gobierno dirigido por Álvarez Cascos con el apoyo del PP parece
que es lo más viable, al fin y al cabo tienen los mismos padres
ideológicos, aunque habrá que ver cómo gestionan el Principado dos
hermanos que no se llevan del todo bien por culpa de una herencia que
los dos reclaman La otra opción, que el PSOE gobierne, creo que no
entra en el esquema de nadie ni creo que sea prudente forzar la
situación para conseguirlo.
En cualquier caso, tal
vez lo más importante de estas elecciones es que al gobierno central
le ha salido un grano en Andalucía que le va a costar mucho quitarse
de encima. No sólo Rajoy va a estar pendiente de cómo se gestiona
la Comunidad a partir de ahora, sino que el resto del territorio
nacional estará igualmente atento a su evolución para ver si de
verdad hay un solo modelo o, a pesar de los discursos catastrofistas
con los que nos atormentan cada día, existe otro donde la educación
o la sanidad, que son competencias transferidas, se pueden salvar sin
sacrificar a ningún cristiano, tal y como está ocurriendo ahora que
los leones ya no pueden ni andar de lo gordos que están. Al igual
que Cataluña está sirviendo al PP de laboratorio de pruebas para
las políticas más antisociales que se han vivido en España desde
que tengo uso de razón (muy poco), Andalucía se puede convertir en
el ejemplo de lo contrario, y ahí va a estar todo el mundo muy
atento y desde donde se puede dar respuesta al Gobierno central.. En
cualquier caso, espero que PSOE e IU puedan ponerse de acuerdo para
gobernar y lo hagan con honestidad y pensando en el bien de los
andaluces. Ojalá que acierten y demuestren al resto de España que
otro mundo es posible.
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