miércoles, 18 de julio de 2012

Que se inmolen sus madres

Nadie podrá poner en duda la generosidad con la que la clase trabajadora ha respondido a la actual crisis. A pesar de ello, el gobierno sigue en sus trece poniendo a prueba el límite hasta el que puede llegar, pasando de pedir más sacrificios a pedir directamente la inmolación. Ya no basta con que nos apretemos el cinturón, ahora piden que nos pongamos las cadenas o que nos tiremos por el barranco para mayor gloria de los mercados y así poder apagar su furia. Y a esto, a la rendición incondicional, a la inmolación, hay que decirles que no, que basta, que tiren por el barranco a Fabra, a Urdangarín, a Rato, a todos los Gürtel, a los campeones, y que les acompañe en la fiesta la totalidad de la clase política, y si es necesario que los acompañen sus familias, incluyendo a sus santas madres.

Todos, trabajadores, políticos y millonarios, ya han demostrado de lo que son capaces para salvar a este país de la miseria en la que nos han metido los segundos y los terceros. Los trabajadores soportando de forma exclusiva el peso de la crisis; los políticos haciendo lo que se espera de ellos, nada salvo dar por saco; y los más afortunados económicamente, a los que nadie ha llamado para que arrimen el hombro porque tampoco es su especialidad, haciendo caja que es lo que saben hacer, además de evadir impuestos,. ¿Sería esto a lo que se refería Marx cuando hablaba de la división del trabajo?, esta parte no la entendí bien.

Ya está bien, ha llegado la hora de decir ¡basta!. Ha llegado el momento de que nosotros, los que siempre tenemos que respetar las reglas del juego mientras los demás pueden cambiarlas a mitad de la partida sin que pase nada, también nos las saltemos y empecemos a jugar a otra cosa. No se puede aceptar todo sin responder. Las urnas tienen toda la legitimidad del mundo siempre y cuando no echen en ellas sus excrementos los mismos que nos exigen su acatamiento; las urnas no dan legitimidad a quien se ríe de ellas, ni a quien las utiliza sólo como patente de corso para hacer y deshacer a su antojo, o para que en su nombre nos vendan a los mercados, a Bruselas, al FMI o a quien realmente nos gobierne en estos momentos. Si, ya está bien. Ha llegado el momento de decirle al pelele de Rajoy que no fue elegido para lo que está haciendo. Si en la campaña dijo que no tocaría las pensiones, ni la sanidad, ni la educación, ni los impuestos y ahora hace todo lo contrario, el resultado de las urnas no es válido porque nos engañó, nos mintió, nos estafó y, además nos está arruinando, a los españoles y a España. Con estos antecedentes el resultado de las urnas no es válido ni vinculante para mi, Rajoy es un usurpador que se está aprovechando de una Ley en la que no cree; es un monigote que no ha dudado en cuadrarse frente al poder económico y trasladar al BOE lo que le dictan sus amos. Así no. Que se vaya, que se celebren nuevas elecciones y se presente con el programa que está aplicando ahora, y si vuelve a salir elegido diciendo de verdad lo que va a hacer yo seré el primero que me ponga a sus órdenes, pero ASÍ, NO.

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