sábado, 8 de septiembre de 2012

Sufragio pasivo censitario

Hace unos días, supongo que después de una resaca de pastillas o de la abstinencia que practican los muy católicos, la Sra..Cospedal volvió a animar el cotarro con la propuesta de que los cargos electos no cobren del erario público, que se mantengan de su actividad profesional o de sus rentas.

La propuesta significa simple y llanamente, que sólo los más ricos puedan acceder a los cargos donde se deciden las cuestiones importantes, dejando al margen a los indeseables que por su falta de ambición o suerte no han sido tocados por la diosa fortuna o por la cuna de sus antepasados. De esta manera, sin decirlo, pretende la vuelta a un liberalismo tan rancio como desterrado por el avance del progreso y de los derechos que entonces se negaban, pretenden la vuelta al sufragio pasivo censitario como el de la Constitución de Cádiz, que en su artículo 92 decía: “Se requiere además, para ser diputado de Cortes, tener una renta anual proporcionada, procedente de bienes propios.”

Alguien debería enseñarle a esta señora algo de historia para que aprendiera que la Constitución de Cádiz, tan avanzada para su época, ya no está vigente y que el salario de los cargos electos no es un privilegio, sino un derecho para que todos, sin distinción de estatus social, puedan acceder a una actividad tan noble como la de representar sus paisanos. El siglo XIX, tan añorado por nuestra derecha más rancia ya pasó, aunque sigue siendo su referencia y ejemplo de modernidad.

La cuestión es que al margen de la estupidez, que lo es, llama la atención que lo diga una persona que cobra un pastizal por sus cargos públicos, entre los que incluyo la secretaría general del PP, cuyo partido es subvencionado, como todos y a pesar de su odio a la subvenciones, con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. Habría sido todo un detalle que ella, promotora de la idea, hubiese dado ejemplo y renunciase a sus sueldos públicos (en plural). Pero no, ni lo ha hecho ni lo hará porque no cree en ello y simplemente se ha limitado a lanzar un mensaje a un electorado cansado de la política y de los políticos, como ella, demagogos, mentirosos y revanchistas, que no representan a nadie porque están tan ensimismados que no escuchan ni ven no oyen a nadie salvo a quien tiene el poder para mantenerlos o apartarlos de sus puestos.

En su caso, y el mensaje valdría para otros partidos, más le valdría elevar el listón de los “elegidos” para el servicio público y tener en cuenta sus capacidades y menos sus lealtades y sumisión a quien les da de comer. Tal vez esto serviría para que nos reconciliásemos con nuestra clase política y no fuesen necesarias propuestas de taberna como la de la Sra. Cospedal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario