Esto es algo intolerable,
¿cómo una sociedad como la nuestra puede permitirse el lujo de
dejar que Cristiano Ronaldo esté triste y no hacer nada?. No me
extraña que la prima de riesgo suba, la bolsa baje y el paro no
mejore; no me extraña que los mercados no confíen en nosotros si no
somos capaces de alegrar la vida a una persona que, según los
expertos, vale 150 millones de euros.
En un momento como el
actual donde hay más de cinco millones de parados, cuando España
está a punto de ser intervenida, cuando se está a punto de
finiquitar la educación pública, cuando miles y miles de personas
sin recursos se quedarán sin médico por no tener dinero para
pagarlo, este hombre dice que está triste y hay periódicos que
abren sus portadas con la noticia. ¡Increíble!
Tal vez el motivo de su
tristeza es que, para no mentirle, nadie le dice cada noche que es el
mejor jugador de fútbol de la historia , o que es el más guapo, y
eso, para una persona con el ego de Cristiano, resulta muy doloroso.
Es un ególatra de manual y debería consultar con algún
especialista. Si algún mago le ofreciera la posibilidad de ser el
segundo mejor futbolista del mundo o el primero carpintero de la
historia, no lo dudaría, sería carpintero, el primero, siempre el
primero.
La cuestión es que sus
amigos tendrían que sincerarse con él y decirle que no es el mejor,
que antes hay una lista interminable. Que sí, que se esfuerza y mete
muchos goles, que tiene una potencia sobrehumana, lo que le permite
hacer cosas que otros no pueden, pero de lo de jugar al fútbol, hubo
muchas personas antes a las que no puedo nombrar para no insultarlas
al compararlas con él; hoy mismo, si no fuese por ese marketing con
el que se vende permanentemente no estaría en las listas en las que
está. Mientras Cristiano corre y mete unas patadas al balón que da
miedo, Iniesta, por poner un ejemplo, juega al fútbol, sin
publicidad, sin lloriquear, sin decir a los cuatro vientos que está
triste con el único propósito de que le miren y se fijen en él. Y
si se trata de ser el más guapo, creo que no resiste ninguna
comparación con David Beckhan, mucho más guapo y elegante.
Mal asunto. Este divo se
cree el mejor y no lo es, se cree el más guapo y no lo es; sólo le
queda ser el más rico, y eso si puede llegar a serlo a costa del
Real Madrid o de quien quiera sus "tristes" servicios.
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