martes, 11 de septiembre de 2012

No más recortes

El próximo día 15, sábado, está convocada una concentración en la Plaza de Colón, de Madrid, para protestar contra la política económica de Mariano Rajoy. El acto, auspiciado por más de 150 organizaciones de todo tipo, tiene carácter nacional y se espera sea el más importante de los últimos tiempos.

Es evidente que el desaliento, la apatía o la desmoralización están haciendo mella en la ciudadanía, que ve cómo cada día se recortan más y más sus derechos, se resquebraja el tejido productivo, se tira por la borda la generación más preparada de la historia de este país, se ponen trabas a la educación pública o se desprecia a los inmigrantes y a los menos favorecidos, pero ello no debe ser óbice para que el día 15 no estemos todos en la Plaza de Colón, con nuestras discrepancias con algunas de las organizaciones convocantes y con nuestra rabia, pero, sobre todas las cosas, con nuestra esperanza, con nuestras ganas de recuperar lo que nunca debimos perder, con nuestro ánimo, con la seguridad de que somos más, y más justos, y para gritar al gobierno que éste no es el camino, que están equivocados y que la ruina de España de y de los españoles no es la solución.

Como decía, es verdad que hay organizaciones que se han mostrado muy críticas con los sindicatos mayoritarios pero que se han adherido a la convocatoria. Un ejemplo de ello es el movimiento 15M, que a pesar de tus discrepancias ha convocado a sus simpatizantes a cierta distancia de la Plaza de Colón, pero con la intención de marchar juntos hacia el centro de la concentración. Un detalle que hay que agradecer.

Es un momento crítico, nos han vendido que no hay otra solución, que todo pasa por eliminar derechos y que la solidaridad es un bien que cotiza a la baja, que la política está al servicio de la economía en lugar de servir al ciudadano, que no somos nada sin los bancos y que nuestra salvación pasa por rendir pleitesía a presuntos delincuentes como ese tal Adelson, que quiere convertir Madrid en un prostíbulo (a lo mejor Esperanza Aguirre encuentra trabajo en uno de sus casinos cuando deje la política). Ha llegado el momento de decir basta, de enseñarles los dientes y hacerles ver que no se puede gobernar en contra de los ciudadanos. Pero para eso es necesario salir a la calle y quitarnos la pereza o la apatía, la desgana o el desaliento, el sábado no hay nada más importante que acudir a la concentración para decir no, no, no y mil veces no a la política ruinosa de este gobierno, que no es capaz de dar soluciones coherentes a esta crisis más allá de lo que le dictan desde Bruselas o desde el ala más reaccionaria de su partido.

El sábado posiblemente no se reconquisten los derechos perdidos, pero será un grano muy grande en un granero necesitado de todos. Nos vemos allí.

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