sábado, 30 de junio de 2012

Están sordos

Bueno, por fin parece que la renovación de algunos cargos del Tribunal Constitucional, del Tribunal de Cuentas y de la Institución del Defensor del Pueblo es un hecho. Ahora, tanto el PP como el PSOE se felicitan por ello y arriman el ascua a su sardina. Los primeros dicen que han tenido que llegar ellos para que esto pueda hacerse, los segundos pregonan que si ha sido posible es porque los “socialistas” no ponen trabas como hacía el PP cuando estaba en la oposición. Lo cierto es que la política del PP cuando no está en el gobierno es la de “cuanto peor, mejor”, y la del PSOE, cuando gobierna, casi la misma porque se bastan y se sobran para para hacerse ellos mismos la oposición.

Pero no nos engañemos, al final el resultado no ha sido muy distinto del que podía haber salido hace un año. Militantes y simpatizantes de uno y otro partido, con la incorporación de alguna persona cercana a CiU, son los elegidos para ocupar estos importantes cargos. Es increíble, es vergonzoso, es lamentable, es para mandar a todos, instituciones incluidas, a la mierda. No puede ser que en un momento como éste, donde la gente está pidiendo a gritos algún gesto para salir de este mal sueño en el que nos han metido y la renovación de caras y comportamientos, estos políticos que nos gobiernan sigan trapicheando con nuestros votos y nuestras esperanzas y se sigan repartiendo el pastel a su antojo, devolviendo favores a sus colegas o esperando la devolución de los que correspondan cuando al Tribunal Constitucional, por poner un ejemplo, le toque dictar sentencia. No se han enterado de nada, están sordos o nos toman por gilipollas. Ninguno de los elegidos, ya que no han tenido la dignidad de rechazar el puesto, va a tener la independencia suficiente para ejercer su labor tal y como la Constitución les exige, todos estarán al servicio de quien les nombró y de su ideología y/o creencias religiosas, como ocurrirá, entre otros, con Andrés Ollero, elegido para el Tribunal Constitucional, antiguo diputado del PP y miembro del Opus Dei. Aunque para compensar, ahí está la jugada maestra del reparto: nueva Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, militante del PP, nuevo adjunto al Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, militante del PSOE. ¿Para qué disimular? Los mismos perros con los mismos collares. Seguro que cuando llegue la hora de rendir cuentas, los agradecidos sabrán estar a la altura, como siempre han estado.

Y mientras se renuevan los cargos, el Tribunal de Cuentas, que también está siendo renovado, dice que va a investigar “algunos” gastos del cesado-dimitido Dívar, Presidente del Consejo General del Poder Judicial. ¡Ole tus pelotas!, esto es eficacia y lo demás son tonterías. Cuando toda España sabe lo que se ha gastado, cómo y con quién, ahora dicen los titulares de este geriátrico que van a investigar. Por favor, que se limiten a cobrar sus buenos sueldos y que no asomen la cabeza para que no se les reconozca. Hay veces que es mejor pasar desapercibido y saber callarse a tiempo ese chiste que sabemos no va a hacer gracia.


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