lunes, 24 de febrero de 2014

Sin sonrojarse

Francisco Granados, hasta hace una semana Senador, Diputado de la Asamblea de Madrid y Presidente del PP de Valdemoro, ha confirmado que ha tenido una cuenta en Suiza con un millón y medio de euros, producto de su bien hacer profesional. Ahora, pillado con el culo al aire y sin sonrojarse lo más mínimo después de su confesión, dice que volverá a su anterior actividad que tantos placeres y dinero parece que le dio, y se aleja de una vida que no le ha proporcionado las alegrías que él me merecía. Lo de no sonrojarse lo entiendo, porque para eso ya estamos los demás. Lo hacemos sin mucha alegría pero obligados por las circunstancias, por tener que aguantar que personas como él ocupen las primeras páginas de los medios de comunicación avergonzándonos a los que creemos en la dignidad y en la honradez de los demás. Porque creo en ellos, me repugna que los servidores públicos se comporten como delincuentes, aunque nunca vayan a la cárcel, mirando a los ojos de sus interlocutores con la chulería propia de quien se sabe a salvo de todo mal.

El artículo 130 del Código Penal dice que la responsabilidad criminal se extingue por la prescripción del delito o de la pena, lo que significa que cuando un presunto delincuente es llevado ante el juez, cuando se trata de delincuencia económica, que son casi los únicos delitos que se benefician de esta figura, normalmente éste se la tiene que envainar y el personaje se va a casa por donde llegó, sin ninguna mácula ni reproche social. Mucho se corre para modificar todo lo relativo a la justicia universal y se correrá para la ley de extranjería, pero ni un solo gesto en las más de treinta reformas que lleva el Código penal desde su promulgación en 1995 para evitar esta ofensa a la sociedad. Robar al erario público se ha convertido en el deporte nacional por excelencia y nadie mueve un dedo para evitarlo; al contrario, Esperanza Aguirre, la jefa de Granados durante años, ha dicho que la dimisión honra a su protagonista. ¡Honra!, ¿qué honra puede haber en la delincuencia?

Eso sí, en primavera podremos ver la propuesta de reforma fiscal que anuncia Montoro. El mismo que ha promovido una amnistía fiscal, que ha utilizado el IVA como arma contra sus enemigos, que ha estado bajo sospecha de favorecer a determinadas empresas, que ha dicho que el peso de la crisis la están padeciendo los que más tienen, y el mismo que ha puesto patas arriba la Agencia Tributaria por no plegarse a sus caprichos. Es como encargar al lobo la construcción del gallinero, o pedirle al PP la redacción de la Ley de Transparencia. El mundo al revés.

¿Para cuándo el homenaje de los bancos suizos a nuestros políticos?

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