martes, 29 de noviembre de 2011

Salmuera

Entre las muchas noticias de hoy hay dos que han rivalizado en mi atención. Una es el Premio Nacional de las Letras, concedido a José Luis Sanpedro por su trayectoria literaria y su magnífica obra, y la otra la rueda de prensa concedida por Ana Botella anunciando que este invierno se echará, cuando nieve, salmuera en las calles y carreteras.

Es olvido

Hoy un pequeño homenaje a Nicanor Parra, el antipoeta por excelencia, hermano de Violeta Parra (espero que no se ofenda por este detalle de identificación) y culpable del título de este blog

Es olvido

Juro que no recuerdo ni su nombre,
mas moriré llamándola María,
no por simple capricho de poeta:
por su aspecto de plaza de provincia.
¡Tiempos aquellos!, yo un espantapájaros,
ella una joven pálida y sombría.
Al volver una tarde del Liceo
supe de su muerte inmerecida,
nueva que me causó tal desengaño
que derramé una lágrima al oírla.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Letra pequeña

Si hay algo en lo que la mayoría nos podríamos poner de acuerdo es el odio a la letra pequeña de los contratos, esa que en la mayoría de los casos no logramos identificar y que a todos nos parece una simple línea porque no hay ojo humano que vea otra cosa; la que nos dice que no nos van a facilitar el servicio técnico, que vamos a tener que pagar más intereses de los que nos ha prometido el director del banco, que si protestamos no tendremos derecho a nada,… la que sólo es posible ver cuando vamos al establecimiento a hacer una reclamación y el empleado de turno, muy atento él, nos acerca una potente lupa para mostrarnos con una mano la letra pequeña y con la otra la puerta para que nos marchemos.

martes, 22 de noviembre de 2011

Un mundo feliz

Esta mañana me he levantado un poco raro, como con cierto cosquilleo en el estómago. Naturalmente he ido corriendo al cuarto de baño y me he mirado en el espejo, primero me he mirado la cara, luego las manos, por delante, por detrás,… y nada, todo estaba igual: el mismo pelo (poco), la misma estatura (idem), la misma leche (regular),… ¡Qué raro!, me he dicho, pensaba que el efecto sería inmediato; así al menos imaginaba que sucedería, pero no, incluso los milagros necesitan su tiempo. Bueno, habré de ser paciente, porque si no ha ocurrido todavía será cuestión de horas o de días, pero llegará pronto. No tardando mucho seremos la envidia de Europa, qué digo de Europa, del mundo. Rajoyman, nuestro inmaculado líder, logrará que la felicidad reine en nuestro país y que esto se refleje en nuestras caras, seremos más guapos, tendremos flequillos de infarto, sisearemos al hablar como hace la gente de bien, como la Lomana o como Boris Izaguirre (qué difícil es a veces distinguir a los votantes del PP de los del PSOE) y, lo más importante, dejaremos de ser españoles para ser ESPAÑOLES (así, con mayúsculas). Y algunos se quejan porque habrá que hacer sacrificios. Blandengues que no creen en el futuro, ese futuro que nos espera, en el que todo será maravilloso, algo indescriptible, “un mundo feliz (ver)” Estoy deseando verlo, ¡qué felicidad! Y Esperanza Aguirre y Ana Botella entre los “Alpha”, increíble; así quién no querrá vivir en este nuevo paraíso llamado España. Dios, ¡cuánto hemos tardado en reaccionar! Si Zapatero, representante de los Gammas (siendo generosos) hubiera visto la luz como la ve cada mañana Rajoyman gracias al “soma” que se chuta cada mañana, qué distinto hubiese sido todo, cuánto tiempo nos habríamos ahorrado, sin viejos, ni enfermos, ni desviados, ni disidentes, ni indignados. Aleluya, alabemos a nuestro gran líder, seamos todos productivos o no seamos nada. ¡Quiero mi flequillo, quiero mi soma y los quiero YA¡

miércoles, 16 de noviembre de 2011

La cadena perpetua existe

Hace poco un ilustre personaje del PP defendía la cadena perpetua revisable. Posiblemente este personaje, de cuyo nombre no quiero acordarme, no conoce el caso de Miguel Montes Neiro, quien carga a sus espaldas más de treinta años de cárcel pese a no tener ningún delito de sangre, y allí morirá si nadie lo remedia porque arrastra una grave enfermedad que le impedirá llegar a 2021, fecha en la que termina su actual condena, aunque desde la propia prisión siguen haciendo méritos emitiendo informes negativos sobre su mala conducta.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Sentido común

Con las declaraciones de algunos miembros de la patronal, los empresarios también han entrado en campaña. Para situarse han desempolvado una vieja reivindicación que les lleva doliendo desde que el mundo es mundo. Se trata naturalmente de la rebaja de la indemnización por despido. Como siempre, me meto en temas que desconozco, pero me rechina que para crear empleo, antes incluso de contratar a un trabajador, estén pensando en lo que les va a costar despedirlo. No lo entiendo. O tal vez sea que lo que realmente están pensando no es en despedir al que todavía no han contratado, sino a los trabajadores que llevan algunos años en la empresa, únicos que quedan en estos momentos, y que han acumulado un sueldo más o menos digno y algunos derechos, para sustituirlos por otros a mitad de precio (si aportan menos valor añadido y experiencia a la empresa no es importante, que no están los tiempos para poner peros).

sábado, 5 de noviembre de 2011

Hoy, 21 de noviembre

Parece que las encuestas se empeñan en no cambiar la intención de voto de los españoles para las elecciones del próximo día 20 y nosotros seguimos empeñados en no darnos cuenta. Como se solía decir hace algunos años, “el pescado está todo vendido” y sólo falta cuantificar la diferencia que sacará el PP a su favor con respecto al PSOE, únicos partidos con capacidad (de voto) para gobernar.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Más vaselina, por favor

Lo siento, ya sé lo que dije ayer mismo pero es que no me puedo resistir. A raíz del revuelo que se ha armado con la idea de Papandreu sobre la convocatoria de un referéndum para que los griegos decidan sobre el plan de rescate impuesto por alemanes y franceses, que guste o no guste son los que mandan y deciden, se han alzado voces criticando esta opción alegando que los políticos tienen que asumir sus responsabilidades y que es una decisión demasiado compleja para que los ciudadanos puedan opinar con conocimiento suficiente.

Sobre lo primero, sólo decir que es una solemne tontería. Los políticos tienen que tomar decisiones en el ámbito de sus competencias pensando en lo mejor para sus ciudadanos, pero cuando lo que vas a hacer es bajarles el sueldo, hipotecar su vida, la de sus hijos y la de sus nietos, y condenarlos a la miseria más absoluta, lo normal es preguntarles al menos si prefieren que les den a pelo o con algo de vaselina. Lo que han impuesto a Grecia es algo que trasciende a las competencias de los políticos, porque lo que se está dilucidando es el futuro de un país, el modelo económico y social de los próximos lustros, y eso, salvo error por mi parte, no estaba en el contrato cuando fueron elegidos. Aunque no se va a llegar a producir el referéndum, me parece perfecta la propuesta y que sean los propios griegos los que decidan si prefieren que les den en la cama o contra la tapia, ¡qué menos!

miércoles, 2 de noviembre de 2011

La voz dormida

Como estoy cansado de los mercados, de los mercaderes y de sus lacayos, esos que se reúnen con tanta frecuencia en Bruselas, he decidido tomarme unas vacaciones y no volver sobre ellos hasta que me desintoxique. La sobredosis a la que nos están sometiendo resulta tan excesiva que corren el riesgo de que Europa, ese ente con cuya destrucción nos amenazan, me importe cada día menos. Amenaza absurda porque para que se destruya algo primero habrá que construirlo con un mínimo de calidad, y  Europa, hoy, no pasa de ser una tienda de campaña que se puede caer ante el primer viento que se avecina.

Para contrarrestar lo anterior, y aunque llegue tarde, sólo unas líneas para recomendar una película: “La voz dormida”. Hace mucho tiempo que no salía de un cine tan contento a cambio de los 8,50 euros que cuesta la entrada. Posiblemente una de las razones de que me gustase la película es por la época en la que se sitúa la historia: la posguerra, un tiempo que siempre me ha interesado especialmente. Una época triste, llena de odios y de miedos, donde los que ganaron la guerra quisieron aniquilar todo rastro de dignidad humillando a los vencidos. Una época que no se estudia como se debiera porque todavía molesta a unos pocos; posiblemente porque esos pocos, tan demócratas ellos que algunos pretenden darnos lecciones desde el parlamento, tengan cierta morriña. E incluso tal vez sean los mismos que se oponen con tanto ahínco a la Ley de Memoria Histórica, porque para qué buscar a los muertos de los demás si ellos ya tienen a los suyos