Que Alberto Ruiz Gallardón vaya en los primeros puestos de las listas del PP por Madrid puede ser una noticia que a más de uno no le quite el sueño. Rajoy, sintiéndose respaldado por los suyos ha dado un golpe en la mesa y ha decidido mostrar sus dotes de mando llevando a nuestro alcalde al Congreso. Por mi parte nada que objetar, salvo advertir a sus señorías que tengan cuidado porque en cuanto se descuiden unirá todos los despachos del Congreso mediante túneles. Cada uno tiene sus manías, pero ésta de D. Alberto nos va a costar a los madrileños los ahorros de las dos próximas generaciones. Es el legado que nos va a dejar, los túneles y la deuda.
Pero esta no es la noticia. La noticia, lo verdaderamente importante es la lotería que le puede caer a Ana Botella, esposa de José Maria Aznar, mérito más importante acreditado en su CV, y Concejala de Medio Ambiente en sus ratos libres. Por esas cosas del destino, si Ruiz Gallardón accede a alguna cartera en el próximo gobierno, como vaticinan todas las encuestas, a la Sra. Botella le puede caer la alcaldía de Madrid, así como el que no quiere la cosa. A una Sra. que no se le conocen más méritos que las tonterías que ha ido diciendo a lo largo de su carrera, como aquello de las “peras con las peras y las manzanas con las manzanas”, o que preocuparse por la ecología en época de crisis era absurdo, dicho esto en su calidad de concejala de Medio Ambiente. Una persona que cree tan poco en lo público que cada mañana se debe levantar con salpullidos al pensar quién le paga su nómina.
Y es que de pensar que en la Comunidad de Madrid estará Esperanza Aguirre y en el Ayuntamiento Ana Botella, se me ponen los pelos de punta. Algo muy malo hemos debido de hacer algunos en otra vida para merecer tal castigo. El Tea Party español, lo más rancio de nuestra política reunido en el sitio donde vivo. Ni me lo puedo creer ni quiero pensar que va a ocurrir. Por favor, que alguien haga algo, que todo el mundo vaya a votar el próximo 20 de noviembre (no al PP, claro), o no va a quedar de Madrid ni el solar.
Nunca pensé que iba a echar de menos a Ruiz Gallardón y ya he puesto un relicario en mi casa para guardar sus recuerdos.
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