Estos días, como en tantas otras ocasiones, se ha suscitado el debate sobre la oportunidad de la emisión de imágenes de la muerte de una persona, en esta ocasión la de Gadafi. Yo, por llevar la contraria a todo el mundo, he defendido que sí, que las imágenes, aunque tremendamente desagradables, nos enseñan un poco más sobre la condición humana. No es lo mismo que te cuenten cómo somos, que comprobarlo en vivo y en directo. Pero además, ha servido para que los historiadores no nos tengan que desvelar dentro de algunas décadas lo que está pasando hoy y poder comprobar lo que, sin imágenes, se nos hubiese ocultado.
Brindo, dijo un lenguaraz,
por moros y por cristianos,
yo brindo por lo que venga
la cosa es brindar por algo
Nicanor Parra
martes, 25 de octubre de 2011
viernes, 21 de octubre de 2011
Por un futuro en paz
Por fin ETA deja de matar, de extorsionar, de chantajear. ¡Qué gran noticia! Hoy tendría que ser un día grande para todos los que creen en el poder del Estado de Derecho y de la democracia. Y así es y debe ser, porque no puede haber una sola persona de buen corazón que no se alegre por esta noticia. Y digo lo de gente de buen corazón porque hay quien se resiste, hay a quien le ha sentado mal el anuncio. Entiendo los comentarios de algunos familiares de víctimas de ETA, su odio tiene que ser infinito y justifica sus deseos, en algunos casos, de venganza, en su lugar posiblemente yo pensaría igual, incluso puedo entender a los que recelan de las intenciones finales de los etarras, pero no puedo compartir las opiniones de otros malintencionados que en vez de de alegrarse se dedican a malmeter, y con su fino olfato dan la vuelta a la tortilla y en lugar de la derrota de ETA, que es lo que significa el anuncio, especulan con el precio que habrá que pagar ante la rendición del Estado, gritándolo para que puedan oírlo sus acólitos y ver si el eco les devuelve la cara sin el sonrojo que les produce tan mala baba. Pero hoy no es su día, hoy es un gran día y no me lo van a estropear.
viernes, 14 de octubre de 2011
Qué he hecho yo para merecer esto
Que Alberto Ruiz Gallardón vaya en los primeros puestos de las listas del PP por Madrid puede ser una noticia que a más de uno no le quite el sueño. Rajoy, sintiéndose respaldado por los suyos ha dado un golpe en la mesa y ha decidido mostrar sus dotes de mando llevando a nuestro alcalde al Congreso. Por mi parte nada que objetar, salvo advertir a sus señorías que tengan cuidado porque en cuanto se descuiden unirá todos los despachos del Congreso mediante túneles. Cada uno tiene sus manías, pero ésta de D. Alberto nos va a costar a los madrileños los ahorros de las dos próximas generaciones. Es el legado que nos va a dejar, los túneles y la deuda.
miércoles, 12 de octubre de 2011
Vuelta a casa
Hoy he visto en televisión a los padres de Gilad Shalit, el soldado israelí en manos de Hamás desde 2006. Se les veía radiantes, felices, felicidad que comparto con ellos. La liberación de cualquier preso en su situación es un motivo de alegría, sea del país que sea porque, por lo general, los soldados son siempre las primeras víctimas de la paranoia de sus gobernantes y poca culpa pueden tener de lo que hacen. Y a cambio de Gilad Shalit el gobierno israelí va a liberar a más de mil prisioneros palestinos. La diferencia puede resultar escandalosa, pero es que no es más que el reflejo de la enorme desigualdad entre una parte y otra. O casi el reflejo, porque mientras Hamás sólo tiene a un prisionero, Israel, con sus cárceles secretas no podría cuantificar, al menos oficialmente, los palestinos que tiene en su poder.
Interpretación de las normas
Para poder ser objetivo, a veces es mejor dejar pasar unos días y a así evitar decir alguna estupidez. Sin embargo, en determinadas ocasiones ocurre lo contrario, y el tiempo, el que nos tenía que aportar sosiego, en lugar de hacer su trabajo lo que hace es sumergirnos en un permanente cabrero que va aumentando porque las noticias se van sucediendo y no hacen sino agrandar la herida.
Esto viene al caso por la sentencia de la Audiencia Provincial de Murcia que entiende que llamar “zorra” a una mujer y que la vería en una caja de pino no constituye insulto o menosprecio. Y eso a pesar de que el ejemplar marido había sido condenado anteriormente por un delito de malos tratos. Desde que leí la noticia no hago más que imaginarme a cada uno en su casa; por una parte a ella, la víctima, acobardada y con miedo de salir de casa, mirando en cada esquina por si el “bonachón” del marido se decide a cumplir su promesa de verla en una caja de pino; por otra a él, saliendo con sus amigos, riéndose, tomándose unas cervezas, haciendo una vida más propia de héroe que de villano. Alguien podría pensar que la justicia es difícil de entender, pero no es así, y no es así porque esto no es justicia por mucho que lo diga un juez o lo ponga en una ley, que tampoco es el caso (ver más abajo).
miércoles, 5 de octubre de 2011
Elecciones del 20-N
Mucho se va a escribir hasta el próximo 20-N sobre la necesidad de ir a votar, quedarse en casa, votar en blanco o hacer el pino durante todo el día. Para no ser menos quiero contribuir con mis propias tonterías dando mi opinión al respecto.
Como soy una persona normal, muy normal, desde hace algunos meses voy acumulando un cabreo que va in crescendo y que me está provocando que las venas las tenga a punto de estallar. Entre los gurús de las finanzas que se reúnen cada semana como si fuesen dioses y nunca aciertan en sus predicciones, los ladrones que roban a escondidas, los que roban de forma descarada, los que se ponen sueldos de futbolista, los empresarios que dicen que los que están en el paro son los que sobran, o los que teniendo la obligación de atajar todo esto no lo hacen, es que no quepo en mí de gozo (es coña) y creo tener motivos más que suficientes para decir que en las próximas elecciones les va a votar su padre a los candidatos. Como decían los del 15-M, en las próximas elecciones no me gustaría tener que elegir entre cara A o cara B, lo ideal sería que cambiasen el disco. Pero de momento el disco es el que es, y a raíz de las últimas elecciones autonómicas y municipales ya hemos visto que entre una cara y otra, sin olvidar que son del mismo estilo musical y bajo la misma dirección artística, suenan de forma diferente. Por eso, porque no me gusta cómo suena la cara del disco que nos quieren colocar, yo voy a votar el próximo 20 de noviembre. Y por supuesto votaré según mi conciencia, y no en atención a esa trampa que algunos llaman voto útil, que para eso, aunque no suenen todas, el disco tiene más de dos caras.
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