En la mitología griega, la gigantomaquia describe la guerra que los gigantes, hijos de Urano, sabedores de su fuerza pero ignorantes de la de los dioses, emprendieron contra Zeus para conquistar el Olimpo.
En la tierra, el Madrid, consciente de su buen hacer, ha intentado arrebatar el cielo al Barcelona y, de momento, se ha quedado en las nuves.
Sí, ya lo sé, esto no se ha terminado y el Real Madrid todavía puede remontar, pero como todos sabemos que esto de las fiestas del fútbol va por barrios, hoy me toca festejar.
Y eso a pesar de que el partido que he visto por televisión no debía de ser el mismo que el que comentaban los expertos de la tele, entre los que estaba el entrañable e imparcial Hugo Sánchez.
Antes de continuar, quiero felicitar a los campeones de la Copa del Rey, que no es moco de pavo ese pedazo trofeo que, no sé si por falta de costumbre, se le cayó de las manos a uno de los que más acostumbrado está a eso de las copas y terminó arrollada por el autobús que los llevaba a la Cibeles. Eso , o que no la querían y sólo les hacía ilusión que no se la llevara el Barça. Pero la cuestión es que está en sus vitrinas y hay que felicitar a los que la ganaron.
Algunos han dicho que el partido de hoy se ha roto con la expulsión de Pepe, porque en un partido tan tenso como éste el perder a un jugador tan importante puede desequilibrar el encuentro. Y podría ser cierto si no fuera porque algún jugador del Barcelona tampoco ha jugado, como Valdés, que no se le ha visto; por lo tanto lo único cierto es que desde la expulsión de Pepe se ha equilibrado el partido, y no al revés.
Y al final, en sala de prensa, sale Mourinho y se pregunta por qué ha pasado lo que ha pasado. No me ha quedado claro si lo que defiende es que hay una conspiración contra el Madrid o a favor del Barcelona. Pero lo cierto es que este crack de las ventas se ha instalado en la teoría de la conspiración (me recuerda a un payaso que conocí que tenía el mismo problema) y la culpa siempre se la hecha a factores ajenos. Pues ha pasado lo que ha pasado porque Messi ha metido dos goles y Ronaldo ninguno, porque Pepe ha hecho una entrada que el reglamento castiga con tarjeta roja y el árbitro la ha visto, porque el Madrid no ha llegado ni antes ni después de la expulsión a la portería de Valdés, quien no ha salido ni en la tele, y porque el Barça ha jugado mejor. Así de fácil. ¡Ah, y porque la CIA y los servicios secretos israelies, liderados por Falete, han trabajado durantemente para que el Madrid no ganara.
Y que nadie se tire de los pelos que todavía queda animar al rival del Barça en la final de la Champion League. Porque ningún madridista que se precie me negará que ver perder al Barça frente al Schalke 04, con un gol de Raúl, le pone más que una hipotética victoria de hoy. Esto es el fútbol, hoy fiesta, y mañana espero que también, y si no pues a felicitar al contrario.
Cualquiera sabe que el Madrid está reclamando su derecho a ser tratado de manera privilegiada, como siempre se trata a los grandes; cometiendo tremenda torpeza, dado que tácitamente reconocen que muchos de sus éxitos son de despacho. Recordemos aquello de "en el último minuto, y de penalty".
ResponderEliminarCualquiera sabe que el Madrid jugó al límite entre fuerza y dureza. Con esos condicionantes, de cada 100 árbitros que arbitraran, si se prudujera la supermencionada jugada de Pepe, no menos de 80 lo mandarían al vestuario por ir con la plantilla a la altura de la rodilla del contrario.
Cualquiera sabe que hoy en día el Barcelona es mejor, sólo mejor, hace un par de años era mucho mejor, pero la pela es la pela (en este caso madrileña), y claro, tras comprar a precio de oro muchos jugadores y descartar no pocos, si te quedas con lo mejor, se aumenta la calidad del equipo.
Yo me alegro, primero por justicia y segundo por humildad, de la victoria del Barcelona sobre el Madrid.
Otra reflexión: Increíble ver al Madridismo contento por el empate de su equipo en el partido del Bernabéu, jugándose la liga y en su campo, en lugar de meter presión al rival ganándole, consideraron el empate un punto de inflexión. ¡Con qué facilidad se lavan cerebros!
Una reflexión última: esto es para aquellos que cuando los Xavi, Iniesta, Pujol, Piquet, Busquet, Valdés, Pedrito(no se si me falta alguno porque son muchos) se visten de rojo, pierden la voz con los gritos de aliento y se jactan de que jueguen con ¡España, España!; que la razón impere (por no deciros otra cosa): el color de la camiseta no cambia la calidad ni lo que son los jugadores.