Oye su corazón, cómo golpea,
y, de pronto, el hombre se detiene
y se pone a llorar la tierra.
Juventud del
dolor. Crece la savia
verde y
amarga de la primavera.
Hacia el
ocaso va. Un pájaro triste
canta entre
las ramas negras.
Ya el hombre
apenas llora. Se pregunta
por el sabor
a muerto de su lengua.
Antonio Gamoneda
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