1.- Ya tuvimos la guerra de banderas en el País Vasco. Ahora tenemos la
secuela en versión aumentada: los independentistas sacan sus esteladas, los que
están por la unidad de España sacan la española, los que piden diálogo sacan
bandera blanca. Si a éstas le unimos la clásica pirata, en cuanto los amantes
de los bares del mundo saquen la suya, elijo la que adornará mi balcón.
2.- Más de banderas. La ópera “Carmen” llega a Madrid tras 18 años rodando
por todo el mundo. La novedad para esta ocasión es que hay dos escenas en las
que salía la bandera de España que han desaparecido para no ofender
sensibilidades. Nada que objetar al director, que tendrá que seguir comiendo de
su trabajo, pero demuestra claramente el grado de tolerancia que hemos perdido
en los últimos años. O nos ponemos las pilas o la libertad se va a convertir en un bien escaso que habrá que dosificar, o peor aún, en un futuro cercano
se puede quedar en leyenda: algo de lo que todo el mundo hable pero que nadie recordará haber vivido.
3.- Según una encuesta del CIS, la mayoría de los españoles pensamos que somos más felices que nuestro vecino. No me cuadra. Seguro que a los encuestados les contaban un chiste antes de empezar la entrevista. O puede ser que hayan encuestado a un par de vecinos míos, que suelen saludar a todo el mundo, y que son como una especie a punto de desaparecer; el resto debe de tener algún problema en la vista, porque siempre van mirando al suelo, pero eso no significa que sean menos felices, ¿o sí?
4.- Blade Runner. El sábado vi la película y todavía no sé si me gustó o
no. A veces salgo del cine y digo “vaya bodrio”, otras veces me olvido de la
película a los cinco minutos, otras salgo satisfecho, y otras, posiblemente
porque mi cerebro llega hasta donde puede, necesito madurarlas. “Blade runner”
está en esta última situación, en proceso de clasificación, lo que creo que no
es malo para la película.
5.- Premio a Serrat. La Generalitat valenciana premia a Joan Manuel Serrat
“por su obra y por su ética”. Mi reconocimiento a este gran hombre que siempre
será uno de los míos, milite donde milite, en el asunto catalán o en el que le dé la
gana. Sus enemigos, sean los que sean, siempre serán los míos.
6.- Más asunto catalán. Hoy todos pendientes de la maniobra de Puigdemont para seguir alimentando al monstruo.
Lástima de tanto tiempo y energía perdidos. Lo siento por los independentistas de corazón, que tienen todo mi respeto aunque no comparta con ellos su pensamiento, pero
es que su presidentet tiene menos cerebro que una pelota de tenis. Espero que sean los propios catalanes los que metan en cintura a los que les están llevando al desastre.
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