Pero en esta
ocasión, y sin entrar en la complejidad de los resultados, hay dos cosas que me
preocupan. Una es la conclusión que extraen todos los analistas políticos de
los resultados electorales. Sin que haya una voz discrepante, todos coinciden
en que estamos en una situación de bloqueo que hará ingobernable la situación.
Y aquí es donde deberíamos preocuparnos, por esa supuesta falta de capacidad
para dialogar, para convencer, para hacer política que se les atribuye a nuestros
políticos. Al parecer solo saben gobernar cuando aplican el rodillo o cuando
pueden llegar a pactos interesados, siempre a cambio de algún favor o concesión,
mostrando su incapacidad en cuanto la realidad les pone frente al espejo y a
las dificultades. Sin duda, el momento actual es una buena prueba para
desmentir a los agoreros o para confirmar sus predicciones. Veremos.
El segundo aspecto
sobre el que habría que meditar es el resultado del primer partido de nuestra
querida España. Entiendo, aunque no comparta, que haya personas a las que no
les preocupe la sanidad, o la educación pública, o la justicia, o que, aunque
les interesen estos temas, prefieran invertir lo poco que tengamos en la salud
de los mercados. No voy a cuestionar la ideología de los votos, pero sí debería
hacernos reflexionar sobre el hecho de que un partido al que los jueces señalan
como culpable de algunos de los delitos más
graves que se pueden cometer (los partidos tienen limitados algunos delitos,
como el asesinato), que ha fomentado, ocultado, propiciado y defendido a un
sinfín de corruptos, que todavía mantiene en sus filas a malhechores que
acumulan infinidad de causas pendientes, la ciudadanía siga dándole su
respaldo. Esas personas que, de forma consciente (solo me refiero a estas),
sabedores de la Gürtel, la Púnica, del caso Brugal, del caso Noos, del caso
Palma Arena, del caso Pokemon, de Bárcenas, de Blesa, de Rato, de Baltar, de
Fabra, de Naseiro, de Granados, de la financiación en B de las obras de diferentes
sedes, de los sobres,… qué justificación tienen para seguir votando al PP,
dónde está su moral, su ética. Seguramente estos votantes son los mismos que se
ofenden cuando a Rajoy le llaman indecente y al mismo tiempo se jactan de
defraudar a su país, al que tanto aman. Bárcenas, Naseiso, Rato, Blesa
Granados, Sonia Castedo, Juan Cotino, Baltar, Costa, Camps, García de Vinuesa,
López Viejo, el bigotes, Correa, … y muchísimos
más, seguramente votan al PP, partido que tantas alegrías les ha dado. No lo
entiendo, no sé cómo un partido con este curriculum puede sobrevivir, y menos entiendo
cómo le pueden votar personas honradas. En cualquier otro lugar del mundo Rajoy
estaría, en el mejor de los casos, en su casa, y la mayor parte de los citados
más arriba en la cárcel. Pero no, aquí todo se perdona, estamos acostumbrados
al compadreo, a pagar en B, a cobrar en negro, a reírnos de los que cumplen, a los sobornos, a los tantos por ciento; en el fondo envidiamos a los "emprendedores" del PP, somos como ellos y votamos como ellos. ¿Será esto el voto
útil y yo no me he enterado?
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