miércoles, 24 de agosto de 2011

Vacaciones

Como siempre, habrá quien esté deseando que acabe el verano y otros, con la mente, estarán intentando alargarlo lo más posible. Lógico, es una de las épocas en la que casi todos empeñamos nuestras ilusiones para evadirnos con retos imposibles, viajar a sitios desconocidos, acercarnos al pueblo donde tanto descansamos, compartir largos ratos con amigos o familia, leer lo que no hemos podido leer durante el resto del año; en definitiva, hacer lo que no hacemos durante los once meses anteriores, limpiando mente y alma de pensamientos impropios (que los impuros son de esta época y bienvenidos sean). El problema es que aunque nos marcamos objetivos cargados de buenas intenciones, a veces no se cumplen las expectativas deseadas, bien porque hemos puesto el listón muy alto, bien porque ha surgido algún imprevisto, o simplemente porque se ha cruzado en nuestro camino algún cuñado o pariente no deseado. No importa. Si sois de los que no habéis podido disfrutar de las vacaciones, no perdáis la oportunidad de ilusionaros pensando en las próximas, puede ser todo un reto enfrascarse desde ya en el viaje, el hotel, la compañía, los amigos que vais a hacer,… pensad que tenéis por delante once meses para disfrutar imaginando cómo serán las próximas vacaciones.

¿Os acordáis del cuento de Alicia en el País de las Maravillas, cuando cantaban aquello de “feliz, feliz no cumpleaños”? Allí celebraban el no cumpleaños durante trescientos sesenta y cuatro días al año. Con tanta fiesta ¿a quién le importaba el día real del cumpleaños? Pues con las vacaciones tendríamos que hacer lo mismo, disfrutar con la preparación y poner toda la sal que podamos para que cuando llegue el momento salga todo perfecto. Si lo conseguimos, que espero que sí, miel sobre hojuelas; y si no, que nos quiten lo “bailao”, que la ilusión que vamos a derrochar durante los once meses previos nos acompañará siempre.

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