martes, 30 de agosto de 2011

Así, no

Que nadie dude de que nuestros dirigentes europeos pasarán a la historia. Los libros de texto los señalarán como los responsables de la destrucción de la Europa del bienestar, de la Europa de las conquistas sociales, de la Europa solidaria, de la destrucción de esta vieja y orgullosa Europa que ahora se desangra a borbotones gracias a la incompetencia de quienes nos mandan.

domingo, 28 de agosto de 2011

Tiempo de cambios

Posiblemente, además del drama personal de cada uno de los afectados, una de las peores consecuencias del paro existente en España es la imposibilidad de elegir un trabajo en el que nos sintamos cómodos. Con más de cuatro millones de parados, entre los que me encuentro, pocos son los privilegiados que pueden elegir un sitio digno donde prestar sus servicios y desarrollarse profesionalmente, viendo en no pocas ocasiones cómo trabajan de camareros los que antes eran albañiles, opositan a conserjes los  licenciados, venden coches los que antes tenían un pequeño comercio, no pasan de contables los economistas, o envejecen en sus puestos los “jóvenes” becarios, todos con el miedo en el cuerpo por no ser el siguiente en engrosar las listas del paro.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Vacaciones

Como siempre, habrá quien esté deseando que acabe el verano y otros, con la mente, estarán intentando alargarlo lo más posible. Lógico, es una de las épocas en la que casi todos empeñamos nuestras ilusiones para evadirnos con retos imposibles, viajar a sitios desconocidos, acercarnos al pueblo donde tanto descansamos, compartir largos ratos con amigos o familia, leer lo que no hemos podido leer durante el resto del año; en definitiva, hacer lo que no hacemos durante los once meses anteriores, limpiando mente y alma de pensamientos impropios (que los impuros son de esta época y bienvenidos sean). El problema es que aunque nos marcamos objetivos cargados de buenas intenciones, a veces no se cumplen las expectativas deseadas, bien porque hemos puesto el listón muy alto, bien porque ha surgido algún imprevisto, o simplemente porque se ha cruzado en nuestro camino algún cuñado o pariente no deseado. No importa. Si sois de los que no habéis podido disfrutar de las vacaciones, no perdáis la oportunidad de ilusionaros pensando en las próximas, puede ser todo un reto enfrascarse desde ya en el viaje, el hotel, la compañía, los amigos que vais a hacer,… pensad que tenéis por delante once meses para disfrutar imaginando cómo serán las próximas vacaciones.

¿Os acordáis del cuento de Alicia en el País de las Maravillas, cuando cantaban aquello de “feliz, feliz no cumpleaños”? Allí celebraban el no cumpleaños durante trescientos sesenta y cuatro días al año. Con tanta fiesta ¿a quién le importaba el día real del cumpleaños? Pues con las vacaciones tendríamos que hacer lo mismo, disfrutar con la preparación y poner toda la sal que podamos para que cuando llegue el momento salga todo perfecto. Si lo conseguimos, que espero que sí, miel sobre hojuelas; y si no, que nos quiten lo “bailao”, que la ilusión que vamos a derrochar durante los once meses previos nos acompañará siempre.

lunes, 22 de agosto de 2011

No son mis enemigos

Algunos sectores se han empeñado estos días en enfrentar a ateos, agnósticos y demás gente de mal vivir, entre los que me encuentro, con los que durante una semana han llenado las calles de Madrid para celebrar la JMJ. Y salvo los que siempre ven lo que quieren ver al margen de la realidad, ha sido un intento fallido. Yo (insisto en lo de no creyente) he visto a miles de jóvenes alegres e ilusionados, y ni la juventud, ni la alegría, ni la ilusión me han molestado nunca, al contrario, son características que me gustan, me divierten y creo que, salvo la juventud que se pasa con la edad, la alegría y la ilusión se deberían ejercitar permanentemente para no perder la costumbre. El hecho de que sean católicos y no profesen mis “no creencias” tampoco los convierte en mis enemigos; estaría bueno, si todo el que no piensa como yo tuviese que estar en una lista negra haría falta talar muchos árboles para poder hacer una nómina con prácticamente todo el planeta. Cuestión distinta es el boato y la pompa con el que se revisten siempre estos actos, nada de mi agrado, pero que en nada afecta a los peregrinos.