Posiblemente llegará un día en el
que la ciencia sea capaz de hacer un borrado selectivo de nuestra memoria, algo
así como en la película “Acuérdate de mí”, de Michel Gondry. La faena que nos
hizo un amigo, aquella época que tan mal lo pasamos por culpa de un desengaño
amoroso, esas vacaciones que resultaron un desastre por culpa del cuñado al que
dejamos acompañarnos, son algunas de las cosas que a todos nos gustaría borrar
de nuestra memoria. Viviríamos más felices y no guardaríamos rencor a ningún
amigo, amante o pariente.
Aunque la ciencia todavía no ha
llegado tan lejos, hay quienes, de forma un poco rudimentaria, ya están
poniendo las bases para garantizarnos nuestro bienestar, alejándonos de lo que
nos puede hacer daño, mediante técnicas parecidas a la del Dr. Howard Mierzwiak
de la película, que inventó un aparato para tal fin. En la realidad, la de hoy,
el gobierno se empeña en borrarnos los malos recuerdos, en este caso mediante
el olvido de la memoria histórica, dejando sin presupuesto la Ley o mediante la
técnica de “si no se habla no existe”. Por qué empeñarnos en recordar tiempos
pasados que solo nos producen angustia, por qué recordar lo que solo nos crea
desasosiego. ¡Borremos la historia!, es lo que oyen nuestros gobernantes continuamente
en sus sueños o pesadillas, ¡el olvido os hará más felices!.