Ya se sabe que la
macroeconomía es algo que no está al alcance de cualquiera. Al
menos mi mente no llega para tanto número. Supongo que por eso los
Presupuestos Generales del Estado fueron presentados primero a
Alemania y a Bruselas y luego, cuando los entendidos dijeron que
estaban bien y dieron su aprobación, Rajoy los llevó al Parlamento
español. Que nadie piense que el orden de los factores altera el
producto, no, lo que ocurre es que había que asegurarse que la
traducción al español de los Presupuestos era la correcta Pero
bueno, lo importante es que nos los han aprobado (faltaría más) y
ahora sólo queda ponerles el sello del Congreso y del Senado, un
paseo.
Brindo, dijo un lenguaraz,
por moros y por cristianos,
yo brindo por lo que venga
la cosa es brindar por algo
Nicanor Parra
miércoles, 4 de abril de 2012
martes, 3 de abril de 2012
Amnistía
Llegados a este punto el
Gobierno de Rajoy ya no esconde ninguna de sus intenciones y no se
cortan en dar o quitar a su antojo en función de la amistad o
cercanía ideológica. Lo de la amnistía fiscal es el penúltimo
capítulo de esta escalada de despropósitos. Estos delincuentes, que
con la boca llena hablan de España como si fuese suya, la más
querida, pero que no dudan lo más mínimo en estafar al Estado y con
ello a sus ciudadanos y a su España del alma eludiendo impuestos, no
deberían tener ningún trato especial, salvo el que ellos pudieran
sufragarse en la cárcel, si es que el actual Código Penal
encontrara sitio para ellos en su articulado. Mientras se exige a los
trabajadores que se aprieten el cinturón, que se bajen el sueldo,
que trabajen más, que no hagan huelga y no protesten, a los más
privilegiados se les ofrece no sólo el perdón, sino que se les
agradecerá su “generosidad”, convirtiéndolos en auténticos
patriotas, y a más de uno se le recibirá en La Moncloa para hacerle
la ola. A estos mercachifles España, su querida España, se la trae
floja y sólo conocen una bandera, la del dinero.
domingo, 1 de abril de 2012
Y ahora qué
Ya ha pasado la huelga
general, ya han pasado las manifestaciones, y ahora qué. Ya sabemos,
porque el Gobierno lo ha dicho por activa y por pasiva, que la
reforma laboral no se va a tocar en sus líneas maestras, lo que
significa que la venta que quieren hacer del diálogo es una burla
más a la inteligencia, a la democracia y a las organizaciones a las
que lanzan el mensaje, los sindicatos.
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