lunes, 2 de julio de 2012

Contra los ricos opresores

La Epístola Universal de Santiago 5 1-6: Contra los ricos opresores. Nuevo Testamento.

Nota previa. Como el Nuevo Testamento que manejo es menos nuevo y acumula más años de los que yo puedo contar, no descarto que algo haya cambiado en su redacción, porque si algo tiene la jerarquía católica es saber adaptarse a los nuevos tiempos y al guión exigido en cada momento de la historia.

1. Ahora, oh ricos, llorad aullando por vuestras miserias que os vendrán.

2. Vuestras riquezas están podridas; vuestras ropas están comidas de polilla.

3. Vuestro oro y plata están corrompidos de orín; y su orín os será testimonio, y comerá del todo vuestras carnes como fuego. Os habéis allegado tesoro para postreros días.

4. He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros, clama; y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.

5. Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis cebado vuestros corazones como en el día de sacrificios.

6. Habéis condenado y muerto al justo, y él no os resiste.

No sé si merece la pena algún comentario este texto, salvo recordar la avaricia con la que acumula riquezas la propia iglesia. El caso de las inmatriculaciones que están llevando a cabo, poniendo a su nombre lo que siempre ha sido patrimonio de los pueblos que lo sufragaron es un ejemplo de ello. Desde luego, con este comportamiento se me hace muy difícil imaginar a ninguno de los actuales obispos o cardenales a la diestra de Dios Padre. Claro, que esto tampoco es un consuelo si me los tengo que encontrar en el Infierno, ¿o tal vez el verdadero infierno sea vivir con ellos? No sé, pero tal vez sería conveniente que los defensores de estos textos los leyeran de vez en cuando y se aplicaran su doctrina.


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