Platón, en el mito de la caverna, explica claramente los dos mundos a
los que puede alcanzar nuestro conocimiento. Uno es el sensible, el mundo físico;
el otro es el inteligible, el mundo real. El primero es una copia barata del
segundo, pero es el mundo que la mayor parte de los humanos logran conocer. El
segundo, más auténtico, está al alcance de muy pocos.
En síntesis, el mito descrito en La República, viene a decir que si desde que nacemos nos meten en una cueva y nos ponen mirando a la pared, sin posibilidad de darnos la vuelta, el único mundo que conoceremos será el de las sombras que se proyectan en el muro; este no es el mundo real, pero a la mayoría le viene incluso grande. En el hipotético caso de que consiguiésemos darnos la vuelta y salir de la caverna veríamos un mundo diferente, lleno de colores y movimientos: el mundo de los sentidos, el mundo de las Ideas (en mayúsculas)
Esta reflexión no es gratuita. Me ha venido a la cabeza pensando en el mundo en el que viven algunos dirigentes del PP (y otros que no lo son). Hay dudas que me asaltan y para las que no tengo respuestas. Por poner solo un ejemplo, por si alguien me puede ayudar, si Cristina Cifuentes sigue viviendo en el interior de la caverna y solo viese sombras, ¿se demostraría que su realidad está distorsionada y que confunde lo real con lo aparente?; por el contrario, si Cristina Cifuentes ha conseguido salir de la cueva y comprobado que es más fácil estudiar fuera de la caverna porque hay más luz ¿se demostraría que los demás estamos haciendo el gilipollas por no imitarla y no saber seguir sus notables pasos? ¿Podemos concluir que Bárcenas, Fabra, Camps, González, Cifuentes o el propio Rajoy viven en el mundo real y los demás seguimos viendo sombras?
Malditas dudas.
En síntesis, el mito descrito en La República, viene a decir que si desde que nacemos nos meten en una cueva y nos ponen mirando a la pared, sin posibilidad de darnos la vuelta, el único mundo que conoceremos será el de las sombras que se proyectan en el muro; este no es el mundo real, pero a la mayoría le viene incluso grande. En el hipotético caso de que consiguiésemos darnos la vuelta y salir de la caverna veríamos un mundo diferente, lleno de colores y movimientos: el mundo de los sentidos, el mundo de las Ideas (en mayúsculas)
Esta reflexión no es gratuita. Me ha venido a la cabeza pensando en el mundo en el que viven algunos dirigentes del PP (y otros que no lo son). Hay dudas que me asaltan y para las que no tengo respuestas. Por poner solo un ejemplo, por si alguien me puede ayudar, si Cristina Cifuentes sigue viviendo en el interior de la caverna y solo viese sombras, ¿se demostraría que su realidad está distorsionada y que confunde lo real con lo aparente?; por el contrario, si Cristina Cifuentes ha conseguido salir de la cueva y comprobado que es más fácil estudiar fuera de la caverna porque hay más luz ¿se demostraría que los demás estamos haciendo el gilipollas por no imitarla y no saber seguir sus notables pasos? ¿Podemos concluir que Bárcenas, Fabra, Camps, González, Cifuentes o el propio Rajoy viven en el mundo real y los demás seguimos viendo sombras?
Malditas dudas.