viernes, 2 de diciembre de 2011

Nuestro fin

El ciclo humano en la tierra se está terminando y no nos damos cuenta. Todos los signos apuntan a que estamos haciendo el camino inverso al de nuestro nacimiento como especie. A ver si soy capaz de explicar mi teoría:

Primero era el Caos, luego apareció Gea, la madre Tierra, quien engendró sin ayuda de nadie a Urano, las Montañas y el Ponto. A continuación, como la madre se aburría, se zumbó a sus hijos con los que tuvo descendencia. Entre los hijos de Ponto y su madre estaban Forcis (chico) y Ceto (chica), quienes a su vez tuvieron a las tres Greas (esto si es consaguinidad, y lo demás son tonterías). El caso es que éstas, las Greas, sólo tenían un ojo y un diente que tenían que compartir e ir pasándoselos la una a las otras cuando los necesitaba. Desde entonces pasaron los años hasta el momento actual donde, como cada día habrá menos cosas que ver y muchas menos que comer, iremos evolucionando hasta que, como las Greas, con un ojo y un diente por familia nos sea suficiente. Luego, como no puede ser de otra manera, desapareceremos y quedarán sólo los hijos de los dioses, los elegidos, es decir los mercados y los mercaderes, quienes tendrán que follarse a su madre y a sus hermanas porque ya no habrá nadie a quien joder.

Sencillo, pero incuestionable. Volvemos al Caos.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Premio Cervantes

El pasado lunes, como si fuese una premonición, incluía en este blog un poema de Nicanor Parra. Hoy el poeta ha obtenido el Premio Cervantes de las Letras. Muchas felicidades maestro por este premio y por esos noventa y tantos años sobre sus espaldas. Tal vez lo suyo sería escribir una pequeña biografía del protagonista, pero Internet está lleno de páginas donde explican todo mucho mejor que yo. Sólo dejo un nuevo poema como simple aperitivo; y que nadie piense que es muy largo, que se lee con mucha facilidad y es divertido:

Los dos compadres
Buen día compadre Juancho
Buen día compadre Lucho
Adónde va mi compadre
Con este día tan fiero.
Cómo que fiero compadre:
A la capital de Roma.
¿A la capital de Roma?
¡A la capital de Roma!
¡Las cosas de mi compadre!
¡Y qué monos va a pintar
A Roma, compadre Juancho!
Eso lo sé yo no más:
A hablar con el Santo Padre